Miedo de no poder irme, de no querer irme.
Y decidí hacerlo, por si 'luego' resultaba ser demasiado tarde.
Pero cuando mi pie estaba a punto de tocar el suelo, tu brazo rodeó mi cintura,sonreiste en sueños y continuaste durmiendo.
Y allí estaba yo. Con un pie en la salida de emergencia, pero sin querer irme. Sin miedo, sin dudas.
Volví a meter el pie bajo la sábana y me apreté contra ti.
Ese fue el momento que me enamoró de ti. "
(Tu, y esos pequeños gestos que hacías sin querer)
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