sábado, 1 de octubre de 2011

desayuno con diamantes

si, hoy toca hablar de uno de los mayores clásicos del cine... protagonizado por alguien tan increíble como Audrey Hepburn. y la verdad es que es una película que no me canso de ver.
pero hoy ha ocurrido algo especial. siempre he considerado que mi parte favorita de la película es cuando ella baja del taxi, corre bajo la lluvia, recoge al gato y se funde en un beso completamente auténtico con Paul...bajo la lluvia, empapados... muy romántico.
pero me he dado cuenta de que tal vez la parte más importante de esa película sucede unos minutos antes de esa escena. la parte en la que el se enfrenta al miedo al rechazo de ella, se enfrenta a todo por los dos, y le deja claro cual es el verdadero problema que les separa de la felicidad. me refiero a esta parte de la película:

"¿Sabes lo que te pasa? no tienes valor, tienes miedo, miedo de enfrentarte contigo misma y decir está bien, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula, tu misma la has construido y en ella seguirás vayas a donde vayas, porque no importa donde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma."

¿Que por qué digo que me parece lo más importante de la película? porque es la moraleja. porque el consigue descubrir exactamente cual es el verdadero motivo por el que no esta con ella y en vez de apartarse, decide luchar.
por eso, y porque considero que es una frase con la que muchos podemos darnos por aludidos. creo que todos podemos pensar en alguna situación en la que hayamos sentido miedo de enfrentarnos a la realidad, de enfrentarnos a la decisión de compartir la vida con otra persona por miedo a perdernos a nosotros mismos... o simplemente, porque el hecho de arriesgarse lleva implícitos algunos efectos secundarios que nos asustan.


yo llevo huyendo de mi misma tanto tiempo que ya ni me acuerdo de por qué empece a correr. y hoy, al ver la película, me he dado cuenta de que no soy un alma libre. y no lo soy porque en vez de elegir, en vez de arriesgarme, dependo de mi capacidad de huida constantemente. por eso he tomado una decisión.
voy a dejar de correr. voy a abrir la jaula que me he impuesto a mi misma, y no para meterme en otra, sino para alzar el vuelo con un digno compañero de viaje.

¿¿os atrevéis a hacerlo conmigo?? a enfrentaros a la realidad, a vivir siendo libres, siendo valientes....
¿¿os arriesgáis conmigo a salir del taxi en plena tormenta en busca de un gato sin nombre??
si es así amigos míos, desayunemos a la dulce luz de los diamantes y alcemos el vuelo después. no importa cual sea el destino, sino la forma de llegar a el. y es posible, que el resultado nos sorprenda a todos.




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